domingo, 6 de noviembre de 2011

LA ANCIANA DE LA MONTAÑA

Una vez un hombre que andaba buscando sus animales en la montaña se perdió, tampoco encontró sus animales, se le hizo de noche tratando de encontrar el camino que lo llevara de regreso a su casa, así que decidió alojarse en el monte. Cuando se acomodaba para descansar y dormir, de pronto vio un fuego en medio del bosque, alrededor del fuego bailaba una anciana. Se dirigió adonde estaba la anciana, ésta era la Kvpvka y, al llegar cerca de ella, descubrió que había una casa que estaba hecha con materiales recogidos del monte. Tenía de todo, papas, arvejas, maíz; saludó con mucho respeto a la anciana, luego se hicieron amigos y se casaron. La anciana, al saber que el hombre era pobre, viudo y que tenía cuatro hijos, le dijo: “si tienes hijos, tráelos, aquí hay de todo”. Así, el hombre llevó a sus hijos, comieron y se alojaron en la casa de la Kvpvka. Una noche, en la casa de la anciana, uno de los hijos del hombre, al mirar los pies de ella, riendo dijo: “mira, tiene sólo dos dedos la viejita”. Al escuchar esto, la anciana se enojó mucho, pateó su casa y así desapareció todo, el fuego, la riqueza y la Kvpvka. El hombre, desesperado, dijo a su hijo: “ayayayay, ¿por qué te burlaste de la papay (anciana)?, ¿Qué vamos a hacer ahora?”. Volvieron a su casa, aconsejó a todos sus hijos, pero finalmente siguió viviendo con la Kvpvka

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